Mariano Werner con su Ford Falcon llegaba como el favorito para campeonar en La Plata. Sin embargo, un grupo de hinchas desató la polémica y perjudicó al piloto entrerriano que terminó padeciendo los sucesos y finalizó en el puesto 22°, lejos de pelear la carrera. Julián Santero con su Ford Mustang aprovechó, y terminó segundo detrás de Diego Ciantini  y se llevó su primer título del Turismo Carretera. 

La carrera tuvo condimentos que abrazaron la polémica ya que, en la presentación de la carrera, hinchas que rodeaban a los autos en el marco de una final que prometía ser histórica, tiraron una gran cantidad de papelitos a modo de recibimiento que terminaron siendo una mala suerte para el piloto entrerriano, al meterse los mismos en la toma de aire del Falcon de Werner. Esto fue dilapidario y le impidió al automovilista tener una carrera en condiciones, a tal punto que terminó por debajo del puesto 20° dejando en bandeja el campeonato al mendocino Julián Santero.

Ante el triunfo de Diego Ciantini y su Chevrolet Camaro, Santero logró un segundo puesto que valió su primer título del Turismo Carretera. El mendocino de 31 años privó a Mariano Werner de lograr su cuarta coronación. Al terminar la carrera, Werner no cayó y dejó algunas palabras: “Esto fue algo programado, taparon adrede un lugar crítico del auto. No me quisiera detener en estas situaciones que opacan todo el trabajo de la categoría, por una o dos personas que lo hicieron adrede. Me cortaron los brazos sin poder hacer nada”. El entrerriano lo dejó claro, fue perjudicado a propósito.