El Gobierno Nacional por medio de un decreto, definió transferir las plataformas CINE.AR, gestionadas por el INCAA, pasarán a estar bajo el control de Contenidos Artísticos e Informativos Sociedad Anónima Unipersonal. Esta entidad es dependiente de la Secretaría de Comunicación y Medios de la Presidencia de la Nación.
En un nuevo golpe al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Gobierno Nacional, mediante el Decreto 194/2025, el Ejecutivo determinó que las plataformas CINE.AR, CINEAR. PLAY y CINE.AR ESTRENOS, estén cargo de Contenidos Artísticos e Informativos Sociedad Anónima Unipersonal (SAU). Esta entidad es dependiente de la Secretaría de Comunicación y Medios de la Presidencia de la Nación, a cargo de Manuel Adorni.
La medida implica que las plataformas que históricamente han sido fundadas y esenciales para la difusión y promoción del cine nacional, ya no estarán bajo la órbita del organismo creado para fomentar y proteger nuestra cinematografía, el INCAA. Según la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina, “la desvinculación de estas plataformas del INCAA representa un golpe significativo a la autonomía y capacidad de gestión de nuestra industria cinematográfica”.
Esta decisión se suma a una serie de acciones que han debilitado al Instituto, incluyendo despidos y recortes presupuestarios, afectando directamente la producción y difusión de nuestro cine. Según explica el decreto, es parte de una de las medidas “tendientes a ordenar y equilibrar las cuentas públicas, transparentar el gasto y lograr que los recursos disponibles se dirijan a quienes más lo necesitan de manera eficiente, con el objetivo de potenciar el crecimiento económico y su contribución al desarrollo del país”.
Esta decisión con el foco puesto en lo económico, en lo eficiente o no eficiente, se toma a costas de el valor cultural incalculable de quienes trabajaron y trabajan para que los contenidos de nuestras películas y series sean difundidos y reconocidos. Como dice la frase de la Película Tango Feroz, “todo no se compra, todo no se vende”, el cine nacional, tampoco.