Una senadora propuso retomar un proyecto añejo que fue impulsado en su momento por el expresidente Raúl Alfonsín. El proyecto consta de mudar la Capital Federal fuera de Buenos Aires.
Hace días, el gobernador de Chubut, Ignacio Torres pensó que sería buena idea que la Capital Federal argentina sea trasladada a la Patagonia con el afán de descentralizar el Gobierno Nacional. Mientras que, el parlamentario Edgardo Kueider arrojó la idea de que Paraná sea tomada como opción para ser la nueva sede de la administración Nacional.
Ambos protagonistas forman parte del interbloque Las Provincias Unidas que está compuesto por ellos, además de los senadores; Carlos Espínola y Alejandra Vigo de Unidad Federal; Juan Carlos Romero de Cambio Federal; Edith Terenzi de Despierta Chubut; y Lucila Crexell del Movimiento Neuquino.
Tanto la Capital en la Patagonia, más precisamente en Viedma, como en Paraná son dos proyectos de ley que la Cámara de Senadores ya recibió. El objetivo de esta medida, según comentan los propios impulsores, es: “descentralizar el poder y promover un desarrollo más equilibrado en el país”. Incluso el propio Kueider agregó: “Sería una señal clara del compromiso con el federalismo y la búsqueda de un país donde todas las regiones tengan las mismas oportunidades de crecimiento y progreso”.
No está de más agregar que Argentina no está siendo el primer país en pensar esto. Brasil, como el caso más emblemático de la región, en 1956 creó una ciudad desde cero llamada Brasilia con el objetivo de que la administración nacional se encuadre allí para descentralizarla del sur del País; recordemos que antes la capital brasileña era Rio de Janeiro. Países como Malasia en el 2000 (antes Kuala Lumpur, ahora Putrajaya) o Kazajistán en 1997 (antes Almaty, ahora Astana) son los casos más recientes.