Un partido en el que la sede se especuló durante mucho tiempo e incluso se postergó durante varias semanas, finalmente se jugó en el Marcelo Bielsa, la cancha de Newell’s de Rosario. El clima era hostil producto de las fuertes lluvias que azotaron la zona, pero no fue impedimento para un espectáculo digno de una película.

Comenzado el partido, Boca buscó imponerse desde el juego y proponer un ritmo alto de juego, aunque Gimnasia se plantó y encontró muchos espacios en la defensa Xeneize. Sin embargo, al minuto 9′ en la segunda jugada luego de un corner tirado por Exequiel Zeballos , Luis Advíncula encontró un centro flotado para Aaron Anselmino que apareció solo y marcó de cabeza el primer gol de la Era Gago en Boca.

El tiempo pasó y el Lobo platense buscó incomodar a un Boca que propuso el palo a palo desde el juego con un mediocampo versátil, aunque de poca creatividad. Gago apostó por el 4-2-3-1 con Merentiel de enganche y Belmonte – Miramón de doble cinco en el medio con el que terminaría el primer tiempo.

Terminando el entretiempo y al momento de volver al juego, disturbios entre las parcialidades se hicieron notar y demoraron el reinicio del partido. La hinchada de Gimnasia buscó increpar a hinchas de Boca y la policía se metió. En ese momento, individuos de la barra del Xeneize corrieron a enfrentar a la policía y los hinchas del lobo. Todo parecía indicar que el fútbol argentino escribiría una nueva página negra hasta que, de repente, Juan Román Riquelme y el Consejo de Fútbol bajaron a pedir calma a los hinchas de Boca pidiendo que retrocedan e interponiéndose entre la barra del Xeneize y los policías que ya habían tirado balas de goma contra la parcialidad. Poco a poco se calmó todo y el partido volvió a jugarse aún con los disturbios y la demora.

En el segundo tiempo, Gimnasia inclinó la cancha y provocó que Gago haga algunas modificaciones. En el minuto 66′, tras un corner, el Lobo empató tras una mala salida de Leandro Brey que derivó en un desafortunado gol en contra de Marcos Rojo. Boca intentó pero no pudo y el partido se fue calentando con el correr de los minutos. Todo derivó en los penales.

Allí, Leandro Brey, quien reemplazaba al cuestionado Sergio Romero e incluso fue responsable del empate del cuadro platense, fue quien se llevó los aplausos y la corona de una noche mágica para él. El arquero de 21 años del cuadro Xeneize atajó cuatro penales consecutivos, una cifra nunca antes vista en una tanda de penales de Boca Juniors. Asimismo, Merentiel y Giménez fallaron sus penales para el club de la ribera, mientras que Rojo y Figal convirtieron los suyos. Para Gimnasia, Pablo de Blasis convirtió el primero y único.

Los dirigidos por Fernando Gago vencieron en los penales 2-1 al Gimnasia del uruguayo Marcelo Méndez y sueñan con la Copa Argentina mientras que los espera Vélez en semis. La otra llave tiene a Huracán enfrentándose a Central Córdoba de Santiago del Estero.