En el marco de las elecciones estadounidenses, desarrolladas el día lunes 5 de noviembre, pensamos en nuestro país y como retumbará el resultado, independientemente del protagonista, en nuestro territorio político.
Estados Unidos elige presidente para el 2025 y el enfrentamiento político convoca a Donald Trump y Kamala Harris; siendo esta última la potencial primera presidente mujer del país norteamericano en su historia. Ambos son políticos de derecha opuestos a las ideas de corte nacional, popular y autonomistas, aunque tienen sus diferencias más allá de tener una línea similar; Trump, símbolo de la derecha más reaccionaria y conservadora; Harris, representante de la derecha liberal tradicional.
Desde Argentina, lo primero a pensar es el refuerzo simbólico que encuentra el Gobierno de Milei con un potencial triunfo de Donald Trump. Ambos presidentes estarían encolumnados detrás de la derecha reaccionaria, así como también el bolsonarismo en la región se vería reconfortado.
En términos económicos, Estados Unidos necesita tanto a Argentina como Sudamérica. Existe una fractura interna, explica Gabriel Merino, investigador del CONICET, que es consecuencia del pequeño declive como potencia global del país norteamericano. Por lo que Sudamérica, como patio de Estados Unidos, debe estar necesariamente alineada en términos económicos y estratégicos. (Fuente: Página12)
Sin embargo, Trump tiene una política ciertamente más proteccionista que la Argentina Liberal de Milei, siempre en términos económicos. Esto se puede ver en una de las propuestas del candidato en donde propone un arancel comercial horizontal para todos los países del mundo de un 10% al 20% y del 60% para China. En cambio, Kamala Harris porpone políticas de “partnerships” que fomentan y refuerzan los vínculos económicos con países históricamente relacionados con Estados Unidos, como sería el caso de Argentina.
Desde lo estratégico-militar, Milei se ha mostrado a favor de Ucrania en la Invasión rusa-Ucrania. Por lo que en este sentido, el Gobierno argentino coincide más con Kamala Harris que con Trump, siendo este último un conflicto más para los ucranianos a la hora de negociar por suministros que ayuden al combate.
En líneas generales, la Argentina de Milei encuentra en Donald Trump un aliado simbólico e ideológico en el cual respaldar sus políticas nacionales. Pero en Kamala Harris hay un potencial aliado económico que puede resultar en múltiples relaciones políticas bilaterales entre Argentina y Estados Unidos.