La situación se tensó luego de que el Ministerio del Interior de Uruguay prohibiera el ingreso de hinchas de Botafogo al partido de semifinal de Copa Libertadores, previsto en el estadio Campeón del Siglo. Ante esta decisión, la Conmebol remitió una carta al presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Ignacio Alonso, advirtiendo que la prohibición debió notificarse con al menos ocho días de antelación y señalando que ya se vendieron aproximadamente 1.600 entradas a visitantes que, en su mayoría, ya han llegado a Montevideo.

En la carta, la Conmebol subraya que, en partidos anteriores considerados de “alto riesgo”, Peñarol había implementado medidas de seguridad adecuadas. Ahora, se exige a Peñarol y al Ministerio del Interior que garanticen, antes de las 10 de la mañana de hoy, la seguridad para ambas hinchadas o, de lo contrario, el partido podría jugarse a puertas cerradas o trasladarse a otro lugar.

Respuesta de Peñarol

El presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, respondió mediante un comunicado que la prohibición al público visitante es una decisión del Ministerio del Interior, basada en informes de inteligencia sobre el peligro que representaría la presencia de hinchas brasileños, tras los disturbios que involucraron a seguidores de Botafogo en Río de Janeiro. “No es una decisión de Peñarol”, expresó Ruglio, argumentando que su afición solo reaccionó para defenderse de ataques.

Ruglio insistió en que Peñarol desea jugar en su estadio y con sus seguidores, subrayando el derecho del club a no ser responsabilizado por lo ocurrido en Brasil. Esta mañana, el Consejo Directivo de Peñarol se reunió para defender la postura del club de jugar con su hinchada y proteger a su público, afirmando que ya han sido “víctimas de numerosos atropellos” en Brasil y rechazando la posibilidad de sanciones en su contra.

Fuentes: Montevideo Portal  y DobleAmarilla.